Braulio Rodríguez, Arzobispo de Toledo, ha cesado fulminantemente a un párroco de su diócesis, destinado en el pueblo de Noez, después de que este se gastase 17.000 € en contenidos relacionados con el sexo (números eróticos, páginas de contenidos sexual) y en prostíbulos.
El religioso cesado cuenta con 27 años de edad y llevaba un año como sacerdote en la diócesis de Toledo. Durante la misa de 12 del pasado domingo confeso en su sermón dominical que había expoliado las arcas de las hermandades para financiar sus correrías sexuales. En ese mismo sermón apuntó la posibilidad de reunirse con los responsables de las hermandades para reponer el dinero robado.
Desde el Ayuntamiento del pueblo dónde ejercía su ministerio este sacerdote se ha aplaudido la decisión del obispado de Toledo de apartar al párroco de sus labores sacerdotales en el municipio. Simultáneamente el Obispado ha iniciado un proceso disciplinario contra el sacerdote conforme al Derecho Canónico que rige a la Iglesia.
La administración diocesana de Toledo ha iniciado los trámites para reponer a las hermandades, cofradías y la parroquia, el dinero que fue sustraído por el sacerdote. El obispado no ha desmentido la hipótesis de que el sacerdote estuviese siendo víctima de un chantaje.
Las reacciones han sido de variado tipo. El Obispado de Toledo ha pedido disculpas a las entidades damnificadas por el robo y ha expresado su confianza en la ayuda de la oración y de la misericordia divina. Por otra parte, el entorno familiar del párroco, que vive en la cercana localidad de Gálvez, ha expresado su desolación por las actividades delictivas de su familiar.
Fuente: La Razón | Imagen: Blablaurgh – Carlos Ebert
